Paisaje de importantes desniveles, entre 400 y 2.200 metros, pero a la vez muy asequible al plácido recorrido por interminables praderas y poblados bosques de hayas , con una interesante y variada flora y fauna, siendo el oso el guardián de tan privilegiados y recónditos lugares.
Su pasado glaciar configuró espectaculares valles jalonados de lagos y lagunas: los tres pequeños lagos de Saliencia, el Lago del Valle, el mayor de Asturias, y las escondidas Lagunas de El Páramo, entre el río Somiedo y el Pigüeña.
Tierra de vaqueiros, que poblaron altas brañas y construyeron las cabanas de teito de escoba o los singulares corros, pequeñas construcciones circulares de piedra para alojarse mientras cuidaban el ganado y que hoy son elementos etnográficos de incalculable valor.
